Reconocer la raíz del enojo.

En la noche, cuando estábamos cenando estabas molesto por algo que te hizo tu hermano, sin embargo, sentí que eso no era lo que te molestaba, ya que (aquí en corto) tu hermano no te estaba haciendo nada. Era no hacerte responsable o responsabilizar a alguien o a algo más de lo que realmente te afectaba y de lo que en ese momento sentías.

Te comenté que la mayor parte de las veces cuando explotamos, no es esa acción inmediata la que realmente nos hace enojarnos, si no que hubo algo en el transcurso del día que nos molestó profundamente pero no le dimos la importancia necesaria y lo dejamos pasar, y que así vamos todo el día recogiendo piedritas / basuritas que nos van incomodando hasta que llegamos a nuestro límite, explotamos y las queremos aventar!

Es súper importante para nuestra salud mental y emocional darnos cuenta de las cosas que no nos gustan y darles el valor que merecen para que no vayamos acumulando enojo. Volvernos más resilientes y sobre todo aprender a manejar nuestras emociones, hacernos responsables de nosotros mismos y de nuestras acciones.

Es más fácil identificar este patrón de lo que creemos o pareciera ser. Cuando algo te desespere, te saque de tus casillas, cuando le hables mal a alguien o le grites, toques el claxon o cualquier reacción negativa que tengas, detente unos segundos e intenta identificar si eso es lo que realmente te enojó! sabrás que no y que seguro si te detienes un poco más y profundizas, te darás cuenta que tiempo atrás hubo algo que realmente te molestó y lo dejaste pasar.

Sanemos esos malestares para no herir a los demás, hagámonos responsables de nuestras acciones y seamos más amorosos con nosotros mismos para poder serlo con los que más queremos.

Y que siempre, siempre seas muy feliz.