Ejercicios para estimular el pensamiento crítico en los niños:

 

Es importante recordar que las habilidades de pensamiento crítico se nutren bien en casa, y los padres son los mejores maestros. A continuación proponemos algunos ejercicios que pueden ayudar en esta actividad de aprendizaje:

 

1. Esgrima mental: Pregúntale acerca de cosas que no tienen una respuesta correcta única. Esto aumentará su capacidad de pensar en lo que han aprendido recientemente, en clase o en otros entornos.

 

2. Compra libros informativos como ¿Dime por qué?, estos te darán ventajas como tener ilustraciones a color que permiten relacionar, fácilmente, las imágenes con la vida real, ayudando a que los niños desarrollen una mejor comprensión de los temas que se explican en ellos.  Y proponen preguntas generadoras de respuestas alternativas que deben ser evaluadas y analizadas para dar con la correcta; ¿Por qué los planetas permanecen en el cielo y no se caen?, ¿Por qué algunas personas son zurdas?, ¿Sabríamos explicarlo?, etc.  

 

3. Plantéale situaciones sencillas acerca de la naturaleza como: las estaciones del año, la germinación de las plantas o las causas del día y la noche. Pregúntale acerca del tema y ofrécele alguna explicación o información adicional de una manera casual.

 

Reconociendo y clasificando:

 

Para tener pensamiento crítico, los niños deben aprender a reconocer la información importante, que es relevante para un tema. La base de esta habilidad es la clasificación:

 

• Pídele que organice o agrupe objetos (juguetes, imágenes, tapas de frascos, etc) de acuerdo a su color, forma, tamaño, etc. Inicia las actividades empleando un criterio único para la clasificación y luego ve agregando y combinando varios criterios

• Pídele que identifique el nombre de las flores, frutos y animales de una lámina a color

• Con los más pequeños, juega a “buscar tesoros”. Mete en un recipiente grande: botones, tapas de botella, llaves viejas, pelotas pequeñas u otros objetos de diferentes tamaños, texturas y colores 

• Pídele que ordene y clasifique los artículos en varios grupos: llaves, botones, y demás. De acuerdo al color de los objetos; a su textura (blando, duro, liso, etc) o su utilidad; o simplemente deja que los agrupen como el quiera y pregúntale ¿por qué están juntos? ¿en qué se parecen y en qué se diferencían? 

• Déjalo escojer uno de los grupos de artículos y que los organice según una característica, por ejemplo, el tamaño. Pídele que ordene los objetos del grupo y que compare y contraste lo que ve. Como, ¿cuántas tapas pequeñas hay? ¿Cuántas grandes?

• Inventa actividades que le representen desafíos y estimulen sus habilidades de razonamiento y resolución de problemas. Por ejemplo, pídele que preste mucha atención a un grupo de objetos y plantéale preguntas como: si tienen 10 tapas de botella y me dan dos, ¿cuántas tapas les quedan? o si tienen tres botones grandes y tres pequeños, ¿cuántos botones tienes en total?

 

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Redacción Maia Lai